Empezar, tomar decisiones y actuar. Seguí registrando lo que pasaba alrededor de escribir la novela sobre mi madre:
Mayo de 2013. Ya había decidido escribir un libro sobre mi madre. Y, ¿por dónde empezar? La gran pregunta de partida tan sencilla de formular y tan difícil de responder. Empecé a darle vueltas en mi cabeza, a madurar la idea. Lo más lógico era acudir a la fuente principal: al testimonio de ella. Todavía estaba viva y no sabía hasta cuando la tendría. Podía entrevistarla cuando volviera a verla ya que mi próximo viaje a Colombia, sería en diciembre del 2013. Me sentaría con ella las tardes enteras para que me contara la versión de su vida. Ya veía la imagen: las dos estamos sentadas en la sala o en el balcón de la casa, con una pequeña grabadora a su lado que registra sus recuerdos puestos en palabras. Yo re-pregunto y pido aclaración sobre uno u otro detalle. Me sorprendo con historias desconocidas y me río con algunos episodios.
Julio de 2013. No podía esperar hasta diciembre. Debía empezar cuanto antes. La entrevistaría por teléfono. Cuando viajara a Colombia le preguntaría detalles y haría aclaraciones. ¿Cómo grabarla? Comencé a averiguar aparatos para conectar al teléfono, dispositivos para el móvil y para el computador. Miles de opciones... que difícil decidirse. El tema tecnológico resultaba complicado y caro. Al fin encontré un programa que se instala en el computador y graba las llamadas a través de Skype. En ese momento no me imaginaba, ni por asomo, la importancia que en adelante, iba a tener Skype en esta historia.
Agosto de 2013. Empecé a entrevistarla en agosto, mucho más tarde de lo que hubiera querido, lo fui dilatando, como casi todo en mi vida. “Lo tengo que hacer, lo tengo que hacer”, era la frase que rondaba por mi cabeza. Por fin instalé el programa, compré el plan de Skype para llamarla al teléfono fijo y marqué su número. Le hablé sobre mi proyecto de escribir sobre ella.
“¿Mis recuerdos de la niñez? ¿No importa que sean tristes?” De lo que primero me acuerdo es cuando tenía tres añitos que perdí la virginidad”.
Así empezó a contarme su historia, su vida.
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